Tres años de “soberanía energética”: basta de voltear hacia atrás.
Pemex produce 1.6 millones de barriles al día y las pérdidas que ha generado en esta administración han llevado a Hacienda no solo a mantener las manos metidas, sino a hundirse hasta el cuello.
“El hombre, en verdad, es tiempo. Brevísimo tiempo del Gran tiempo”
San Agustín
Palacio Nacional, 30 de abril de 2014. En conferencia de prensa, el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, explicaba el alcance que tendría la implementación de las 21 leyes secundarias a la Reforma Constitucional en Materia Energética, recién entregadas al Congreso de la Unión para su aprobación. Como parte de su discurso utilizó una frase que, en mi opinión, resume el objetivo fundamental de dicha Reforma, aunque solamente unas cuantas personas, entendidas en el tema, pudieron dimensionar: “Ha llegado la hora de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público saque las manos de Pemex y de la CFE”.
Para que esto ocurriera, dichas empresas tendrían que crear valor para la Nación, lo que solo se conseguiría al contar con una gobernanza profesional, que las condujera por el desconocido camino de la competencia con la iniciativa privada. Esta evolución las convertiría en entes rentables, sustenta…
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