Tres kilos
Nunca imaginé que esos tres kilos serían mis grandes maestros y que la odisea para deshacerme de ellos me llevaría a confrontarme como nunca con mis heridas del pasado.
Con mucha vergüenza confieso que, en el contexto de un mundo pandémico colapsado por su propio caos y tanta gente a mi alrededor que enfrenta momentos y situaciones verdaderamente serias y complejas, mi mayor problema este 2021 han sido tres kilos.
Me encantaría decir que no sé en qué momento pasó, pero lo tengo clarísimo. Fue la mañana del 12 de enero (un día después de mi cumpleaños número 40), cuando aparecieron en la misma báscula que durante 5 años estuvo estancada en mi paz mental.
Lo primero que pensé fue en los festines gastro-pandémicos navideños que me regalé a falta de poder abrazar a los míos, en todos los panes dulces que remojé en té con leche por las mañanas y en los días que no me levanté a hacer ejercicio simplemente porque tenía mucho frío y nada de ganas, hasta ahí mis tres kilos tenían sentido y muy buenas excusas.
Hablé con mi nutriólogo, seguí el protocolo de siempre, hice la dieta inmaculada 3 semanas, volví a hacer ejercicio y los tres kilos siguieron ahí, muy …
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to OPINIÓN 51 to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.