¿Y a mí qué más me da que suban las tasas de interés?
Las tarjetas de crédito, si bien son una gran herramienta para hacer pagos, pueden convertirse en tu peor enemigo si las usas como medio de financiamiento en una época de alza de tasas de interés.
A menos que uno haya vivido en una cueva alimentándose de lo que pudiera recolectar y bebiendo agua de algún arroyo cercano, todos hemos notado el incremento de precios en prácticamente todos los bienes que consumimos. Desde las frutas y verduras, la gasolina, los boletos de avión y los hoteles en esta época vacacional, hasta los servicios de noticias y de entretenimiento en línea. Sí, todo está subiendo.
La inflación se acercó peligrosamente al 8% en junio y pronto sabremos la de la primera quincena de julio. Es un hecho que los precios están subiendo a un ritmo que no habíamos visto desde 2001. Nos habíamos ya acostumbrado a vivir con una inflación más controlada.
Cuando se enfrentan fenómenos inflacionarios, los bancos centrales —encargados de mantener el poder adquisitivo de las monedas— echan mano de la principal herramienta con la que cuentan: la tasa de interés, para cambiar los incentivos de los consumidores y frenar la demanda, de tal forma que los precios detengan …
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