Lo que una mamá haitiana me enseñó con su esperanza
La migración y los migrantes me han enseñado que hay decenas de formas de cruzar la frontera, que a pesar del racismo ellos no pierden la fe.
TIJUANA, México.- Me cautivó. Su español no era claro, pero con dificultad nos entendimos. Me dijo su nombre: Rose Marie Desmores, que era de Haití y que tenía 28 años de edad. Al darse un masaje en el estómago me di cuenta de su condición. “¡Estás embarazada! ¡Qué emoción!”, exclamé. Me comentó que no era su primer bebé, que tenía una hija en República Dominicana y que buscaba ayuda para que viniera a vivir con ella y su esposo. Le pregunté si iba a ser niño o niña, pero me dijo que no sabía porque no había tenido oportunidad de ir al doctor.
Rose Marie es una joven madre y migrante que cuando la conocí me veía con una sonrisa plena, tenía muchas preguntas y yo pocas respuestas.
Ella fue parte de una de las hordas de haitianos que hace cinco años empezaron a llegar a la frontera norte de México, específicamente a Tijuana.
Vivió un par de años en Brasil, pero en el 2016, luego de terminar el Mundial de Fútbol de la FIFA, se acabó el trabajo y tuvo la necesidad de migrar de nuevo.
Su desti…
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