Generar problemas donde no los hay
La decisión de ahorrar en vacunas sale cara porque necesariamente significa enfermedad.
Por muchos años, el Estado mexicano apostó por la vacunación universal de las infancias. A partir de 1991, gracias a este esfuerzo y a la disposición de la población, se había logrado erradicar enfermedades tan peligrosas y prevalentes como la poliomielitis, la difteria, el sarampión y el tétanos neonatal, y se habían controlado otras como la tos ferina y las formas graves de tuberculosis.
Se resume en un par de líneas, pero los últimos 20 meses deberían ser un recordatorio del enorme esfuerzo económico, logístico y humano que se requiere para campañas de esta magnitud.
La narrativa de la vacunación en países latinoamericanos ha sido exitosa. En 2015, más de la mitad de los mexicanos estaban convencidos de que las vacunas eran importantes. En 2018 era ya entre 80% y 90%1. Creo que, como región, Latinoamérica no ha sido campo fértil para los movimientos antivacunas que se ven en Europa y Estados Unidos en los últimos años, precisamente porque conocemos de cerca los riesgos de no vacunars…
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