El adulto joven actual está rompiendo con la manera tradicional de hacer las cosas. Como si se tratara de una barra de buffet, arma su propio plato en función de su momento de vida, su ritmo y sus necesidades para desde ahí generar cambios en lo laboral, social y ambiental que ya benefician a muchos más.
Por Gabriela de la Riva
Miguel estudió ingeniería industrial por recomendación de su primo. “Vas a poder trabajar en lo que quieras”, le dijo. Tenía muchas dudas sobre lo que le gustaba, pero la presión de su padre era tal que se fue por el camino fácil. Hace poco se enteró que algunas universidades ya ofrecen una especie de curso propedéutico para que los estudiantes puedan definir mejor qué carrera estudiar. Si hubiera tenido esa oportunidad, probablemente sería biólogo o científico ambientalista: su amor por la naturaleza es una de las pocas certezas en su vida.
Trabaja en el área administrativa de una empresa de retail digital. No le encanta, pero tiene un sueldo …
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