“Las épocas de crisis son épocas de oportunidad”, es lo que siempre me ha dicho mi padre, y es verdad. Mientras todos están aterrados en la crisis quienes saben resolver no se quedan en la queja y entienden que siempre hay nichos desocupados. Aquí varios ejemplos:
En la pandemia un amigo diseñador de alta costura supo que no iba a vender un solo vestido, no había bodas ni eventos; tenía un gran taller y empleados que mantener. Recuerdo que me sorprendió; ni lo pensó, de inmediato convirtió su taller en uno para hacer tapabocas y le fue de maravilla.
El otro día el del Uber me contaba que por la pandemia lo despidieron después de 30 años de trabajo. Ya era mayor y estaba asustado, pues no iba a encontrar quien lo contratara. Estuvo meses sin trabajo hasta que le rentó a su suegra su coche para meterlo en Uber y empezó. Me cuenta que está feliz, que si no lo hubiesen corrido él nunca hubiese pensado en buscar algo mejor, le parecía imposible, estaba en un espacio cómodo y se…
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